La
palabra "plástico" se aplica a todo material
que pueda cambiar fácilmente de forma y conservarla
durante un tiempo prolongado.
Desde
un punto de vista más técnico, podemos decir
que es un material químico, de estructura macromolecular
y de carácter maleable, obtenido generalmente por
síntesis de otras sustancias.
Según
su estructura los plásticos se clasifican en:
Termoplásticos:
el encadenamiento de las moléculas lleva a largas
moléculas lineales, que fluyen bajo ciertas condiciones
de temperatura y presión, pero por debajo de dicha
temperatura conservan la forma que se les haya dado, en
un proceso que puede repetirse indefinidamente. Son termoplásticos:
El
nitrato de celulosa
El acetato de celulosa
El policloruro de vinilo
El poliestireno
El polietileno
Las poliamidas
Termoestables
o termoendurecibles:
las estructuras no son lineales, pues existen puntos de
unión entre las cadenas de polímeros que
determinan una estructura tridimensional. Estos plásticos
no fluyen por la acción del calor y la presión
y mantienen siempre su forma original. Son termoestables:
La
anilina formaldehido
El fenol formaldehido
La
disposición química más común
de los plásticos es la formada por una molécula
simple -monómero- que se repite en una larga cadena:
polímero. Son polímeros de este tipo o de
adición, el polietileno, el polipropileno, el poliestireno,
el teflón, el PVC, etc
Otra
manera de crear polímeros es la llamada por condensación,
en la que se unen varios tipos de monómeros distintos.
De este tipo son la poliamida, la baquelita, el poliéster,
etc
Una
tercera forma de crear polímeros es mediante copolimerización,
en la que varios monómeros distintos forman un
polímero sin perder en el proceso ningún
átomo, por lo que monómero y polímero
son idénticos, salvo la repetición. Es el
caso de las resinas vinílicas, en las que se une
el acetato de vinilo con el cloruro de vinilo.
El
primer plástico conocido, sin embargo, no fue artificial.
Nació a partir de las investigaciones que se hicieron
en el siglo XIX con la celulosa. De aquí nacería
el celuloide en 1869; un material que obtuvo un éxito
inmediato y que además recibió un importante
premio de 100 mil dólares, que se había
instituido para el primer producto con el que se pudieran
fabricar bolas de billar comparables a las de marfil.
El
celuloide era termoplástico y bastaba calentarla
para darle una forma determinada. Por eso fue usado en
muchos productos. Ahora bien, era altamente inflamable,
lo que frenó su desarrollo.
Otro
de los primeros plásticos fue la galalita o cuerno
artificial, que partía de la caseína que
se encuentra en la leche. Para conseguir este plástico
se partía de queso fresco descremado, al que se
le añadían plastificantes y que luego se
endurecía con formaldehido.
Plástico
Rígido y Plástico Blando
De hecho, hemos visto plásticos que son rígidos
y otros que son blandos. Las teclas plásticas de
su teclado son rígidas, pero el plástico
que recubre los cables de la misma computadora es blando.
Esto es porque todos los plásticos poseen una cierta
temperatura por encima de la cual son blandos y flexibles
y por debajo de la misma son rígidos y quebradizos.
Esta se denomina temperatura de transición vítrea,
o Tg. La Tg es distinta para cada plástico. A temperatura
ambiente, algunos plásticos se encuentran por debajo
de sus Tg, por lo tanto son rígidos. Otros plásticos
se encuentran por encima de sus Tg a temperatura ambiente
y son blandos.
A
veces se adicionan aditivos a los plásticos, para
hacerlos más blandos y flexibles. Estos aditivos
reciben el nombre de plastificantes.
Entre
los polímeros empleados como plásticos se
encuentran el Polietileno, Polipropileno, Poliestireno,
Poliésteres, Policarbonato, PVC, Nylon y el Poli
(metacrilato de metilo).
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